Las corrientes actuales del Management y la Dirección de Organizaciones, marcan que entramos en la era del empowerment
El Empowerment o Empoderamiento, es la tendencia actual a DISTRIBUIR EL PODER EN EL NIVEL MAS BASICO DE CUALQUIER ORGANIZACIÓN.
Esto es válido tanto para una empresa, como para una familia, una comunidad, o un Estado o un hospital o una escuela.....
Con la decisión de distribuir el poder, se logran ventajas enormes, porque son los propios interesados, los que están al lado de los problemas, quienes los detectan y gestionan su solución.
El empowerment se expresa de diferentes maneras, en diferentes disciplinas: en la administración pública se le llama DESCENTRALIZACIÓN, y en la gestión productiva está expresado en los CIRCULOS DE CALIDAD.
¿Por qué es posible el empowerment hoy?
Sobre todo, se hace posible a partir de la revolución en las comunicaciones, que han hecho desaparecer el concepto de "lo cercano y lo lejano", y han esfumado la idea del poder como un lugar en la cúspide.
¿Cuál es la condición sine qua non para el empowerment?
Que junto con el poder, se distribuyan los recursos para hacer efectivas las decisiones de poder, en los niveles básicos de la organización.
A mi juicio, el Paro Agrario en Argentina es justamente un caso de presión para el empowerment. Los sectores básicos de la sociedad, los productores, las comunas, las pequeñas municipalidades de las zonas más productivas, quieren disponer del fruto de su trabajo para invertirlo en más producción, bienestar, e infraestructuras de servicios.
Reclaman a su vez, que desde el poder central coordinador, se invierta en infraestructuras básicas que competen al sistema como conjunto (autopistas, por ejemplo, para hacer circular la producción y disminuir la accidentología vial)
Y nada de esto sucede, porque el poder está concentrado al estilo antiguo, en una cabeza muy fuerte que no quiere resignar ninguna porción de poder, y acumula los recursos en una sola caja central.
El sistema de poder centralizado tiene fuertes desventajas: genera burocracias, corrupción, y está de espaldas a las necesidades de los usuarios.
Un ejemplo muy bueno de empowerment en el Estado fue la descentralización de la ciudad de Rosario, que dio muy buenos resultados.
Creo que a la Argentina le llegó la hora del empowerment, y está generando las acciones y liderazgos propios de ese estilo. Las asambleas autoconvocadas, De Angelis, los canales de cable que muestran a todos lo que antes estaba oculto, las comunicaciones por celular que permiten coordinar acciones remotas.... son las expresiones de esta nueva posibilidad. Por ahora es una gran crisis, y como tal, es muy difícil que se resuelva sin rupturas y traumas.
Lo que vimos los últimos 20 días es la expresión de estas tensiones. Todas las antiguas representatividades han sido sobrepasadas, y el poder se está distribuyendo de hecho en la base de la sociedad, y adquiriendo una dinámica que era impensable hace 20 años.
Una nueva Argentina, con un nuevo diseño, de cara al futuro.
¿Se viene la Región Centro autónoma?